miércoles, 7 de octubre de 2015

Sobre los Ásanas

Un ásana (yogasana) es una pos­tura en armonía con la con­cien­cia interna. Su obje­tivo es la con­se­cu­ción de una posi­ción cómoda y sostenida para facil­i­tar la med­itación. 
Los asanas tam­bién ayu­dan a equi­li­brar y armo­nizar la estruc­tura básica del cuerpo humano, y por eso tienen una gama de usos ter­apéu­ti­cos también. 

Las Fun­ciones de los Asanas bási­ca­mente son cinco:
• Cona­tiva, 
• Cog­ni­tiva,
• Men­tal,
• Int­elec­tual, 
• Espiritual.

Cona­tivo es el ejer­ci­cio vol­un­tario de los órganos de acción. Las asanas del yoga son el instru­mento prin­ci­pal de equi­li­brar el cuerpo, que se com­pone de difer­entes pos­turas físi­cas, que están dis­eña­das para lib­erar la ten­sión, mejo­rar la flex­i­bil­i­dad y max­i­mizar el flujo de energía vital.

La final­i­dad de las asanas es crear un flujo de energía pos­i­tiva para que nues­tra con­cen­tración se dirija den­tro de nosotros mis­mos y la mente es capaz de percibir (parokshya jñana) los efec­tos de nues­tra acción inten­cional. Esa es la acción cognitiva. Cuando las dos primeras acciones se fun­den, nues­tra mente guía y dá a estos órganos la fac­ul­tad para realizar las asanas más cor­rec­ta­mente. 
El flujo resul­tante de la energía rít­mica y la con­cien­cia lleva a un estado men­tal de pura ale­gría (ananda). 

Las pos­turas físi­cas, por lo tanto, aca­ban afectando a los difer­entes canales rela­ciona­dos entre sí (nadis) del com­plejo cuerpo-mente. Y en última instan­cia el rendimiento de un asana per­fecta con­duce a la absor­ción abso­luta int­elec­tual de la mente en una sola tarea (dha­rana), que a su vez con­duce a la fusión del espíritu indi­vid­ual con el Ser Divino (dhyana). 

Los Ben­efi­cios de los asanas y la prác­tica reg­u­lar tiene una inmensa capacidad de valor ter­apéu­tico, además de var­ios ben­efi­cios fisi­ológi­cos, que influyen pos­i­ti­va­mente en nues­tras mentes, nues­tras energías y fuerza de la vida, así como nues­tra inteligen­cia creativa.
La prác­tica reg­u­lar ayuda a man­tener nue­stro cuerpo en forma, los con­troles de nivel de coles­terol, reduce el peso, nor­mal­iza la pre­sión san­guínea y mejora el rendimiento cardíaco. La apti­tud física así obtenida per­mite obtener una reduc­ción de la ten­sión física y una mayor vital­i­dad.

Los ásanas armo­nizan nues­tra capaci­dad pránica y el flujo de energía men­tal ayuda en la limpieza de cualquier blo­queo en el cuerpo sutil y nos con­duce a un equi­lib­rio y serenidad físico-mental-espiritual.
Ellos hacen la mente fuerte lo que per­mite a nue­stro cuerpo humano a sufrir el dolor y la infe­li­ci­dad con esto­icismo y entereza. 

El dominio sobre toda la gama de asanas llevan sin duda mucho tiempo, pero lo que es de vital impor­tan­cia es la vol­un­tad de per­manecer en el momento pre­sente y dejar que la mente y el cuerpo se relajen y concentren por completo.

Ásana significa “lugar donde sentarse”. 
 Según Patanjali “asana” se define como “la postura confortable, mantenida por un tiempo con mínimo esfuerzo y con concentración en el infinito” 

No hay comentarios: