El Invierno se asocia con la oscuridad, lo profundo e íntimo. Hay menos horas de luz solar. Es una época lunar, de frío. La oscuridad, lo profundo, lo interior, las emociones; son algunas de las características que surgen en el Invierno, generando miedos. Se hace referencia a la mayor oscuridad, a la necesidad de concentrar las energías hacia el Interior: La naturaleza se despoja de todo lo externo, hojas y flores, mientras que la savia sigue corriendo en su interior y en las profundidades de la tierra (raíces y semillas).
Se almacena energía y lucidez para luego, recibir a la primavera.
¿Cómo la acompañamos?
A pesar de la tendencia al sedentarismo del Invierno, no debemos descuidar nuestro cuerpo. Los movimientos armoniosos y globales nos proporcionarán una sensación de energía renovada. En el invierno la emoción es el miedo.
Y los órganos vulnerables: riñones y vejiga urinaria.
El Invierno es una estación de reposo, la falta de luz nos afecta tanto a nivel energético como emocional. Todos sentimos algún cambio de humor vinculado a la mucha o poca luz que recibimos.
El Yoga ayuda a liberar en el organismo las endorfinas, sustancias químicas, (morfinas internas) que levantan el ánimo y calman los dolores, y a equilibrar otros neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la noreprinefrina, que combaten la depresión.
Asanas recomendables:
HEROE
(Virabhadrasana 1)
CAMPANA
(Mordasana 1) (Mordasana 2)
SABLE
(Ardha Padmottasana)
TOPO
(Bhu Namanasana)
ARBOL
(Vriksasana)
CUERVO
(Baka Dhyanasana)
ARADO
(Halasana) (Supta Konasana) (Karna Pidasana)
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