FELIZ 2010 !!!!!
para escuchar la version completa click aqui:
www.youtube.com/watch?v=rfKigD3vY8A
*La silaba MAN de la voz Mantra, procede de la palabra MANANA, que significa “pensar” y TRA, viene de TRANA, que quiere decir “salvar”, sacar afuera.
Mantra es aquella locución meditando en la cual, el hombre se libera de las limitaciones propias de la existencia sensorial. No se trata, entonces de un silogismo ordinario, sino de una gimnasia mental de “meditación”, “concentración”, “contemplación”, etc. Que tiene un propósito trascendente:
El órgano del principio pensante (MANAS), es la palabra. MANTRA es aquella forma de la palabra que sirve de herramienta para “llamar” (AMANTRANA) y “hacer salir afuera”. En el caso del GAYATRI, lo que se “contempla” es el Espíritu Solar que todo lo genera, sostiene, y absorbe; y lo que se hace “salir afuera”, lo que se hace aparecer mediante esta “contemplación” son “los cuatro objetivos de la Existencia” que constituyen el llamado “cuádruple sendero” (Chaturvarga) y que son: La Religión o Bien, la Riqueza o Prosperidad, la Felicidad, Y la Liberación. (Respectivamente; Dharma, Artha; Kama; y Moksha).
Puesto que se manifiesta en forma de palabra, la sustancia o materia del Mantra (y la fuerza que, en su actividad, pone de manifiesto) son las letras. Por eso dice un aforismo iniciatico al referirse al alfabeto, que. “En Ello esta la Fuerza”.
Todos los sonidos orales básicos o letras, son Mantra en el sentido de que evocan o provocan los poderes naturales elementales y de ahí que el lenguaje común, que en general agrupa estos poderes de una manera arbitraria y caótica( desde el punto de vista natural), sea fuente de confusión y de mal; de ahí que todos los instructores, desde Buda a Pitágoras y Jesús, instruyesen a sus discípulos respecto a la necesidad de poner freno a la lengua- esa espada de doble filo que, cuando es utilizada por quien “ no sabe hablar” se convierte en origen de la desdicha.
Clases y prácticas de Yoga Integral ( Purna Yoga ) Bosque Peralta Ramos - Mar del Plata - Argentina
martes, 29 de diciembre de 2009
sábado, 26 de diciembre de 2009
RELAJACION CONCIENTE
Dentro del equilibrio psicobiológico encontramos siempre un ritmo fundamental. Una fase activa y una fase pasiva. A grandes rasgos podríamos decir que la fase activa está caracterizada por el movimiento y la fase pasiva por el reposo. Ambas fases son indisociables una de otra y vitalmente necesarias.
La forma actual de vida occidental prioriza la fase activa, el movimiento, la maximización de la actividad y producción en todas sus formas.
Los motivos de esta desviación hacia la sobreestimación de la acción desbordan los alcances de esta exposición, solo bástenos citar que esto es posible debido a la capacidad del hombre de alterar sus ritmos de funcionamiento.
El equilibrio de estas dos fases (actividad, reposo) es esencial para mantener una salud física y psicológica, y fundamentalmente para la actividad de autoconocimiento.
Es bien sabido las implicancias psicobiológicas del estrés en el organismo, provocando un deterioro de los tejidos por hallarse los mismos sometidos a una actividad constante.
Lo mismo puede aplicarse a la actividad psíquica del individuo.
La relajación conciente permite equilibrar física y psíquicamente a la persona, llevando el ritmo psicobiológico a una armonía natural, permitiendo el descanso y regeneración de los músculos y tejidos, y la renovación del psiquismo.
Aspecto energético
Se puede encontrar una notable interacción entre las contracturas musculares y los estados anímicos de tensión y estrés, siendo posible influir en ellos tanto desde el cuerpo mismo como desde el trabajo de elaboración psíquica.
Las asanas permiten ir tomando progresiva conciencia de distintas partes del cuerpo, posibilitando así la
relajación conciente de dichas partes. A su vez el estiramiento y elongación de los músculos producen la relajación de los mismos en la fase pasiva del trabajo.
Ahora bien, en las contracciones musculares, hay una movilización de la energía que produce la activación de dichos músculos. En las contracturas hay un continuo gasto de energía nerviosa, que cumple el propósito de descargar la tensión emocional que producen los estresores a los que se ve sometido el individuo.
La relajación conciente permite liberar esta energía de desgaste que en el caso de la contractura muscular es negativa para el organismo. A sí mismo se minimiza el consumo energético general, quedando esta energía libre en el sistema nervioso y a su disposición. Esto produce en primer término una liberación de los estados emocionales de tensión o estrés, quedando la energía nerviosa utilizable para otros propósitos como la sublimación o el trabajo interior.
Todas estas consideraciones permiten colegir que la relajación conciente es el medio por excelencia para profundizar en el conocimiento de los estados interiores y profundos del psiquismo.
La forma actual de vida occidental prioriza la fase activa, el movimiento, la maximización de la actividad y producción en todas sus formas.
Los motivos de esta desviación hacia la sobreestimación de la acción desbordan los alcances de esta exposición, solo bástenos citar que esto es posible debido a la capacidad del hombre de alterar sus ritmos de funcionamiento.
El equilibrio de estas dos fases (actividad, reposo) es esencial para mantener una salud física y psicológica, y fundamentalmente para la actividad de autoconocimiento.
Es bien sabido las implicancias psicobiológicas del estrés en el organismo, provocando un deterioro de los tejidos por hallarse los mismos sometidos a una actividad constante.
Lo mismo puede aplicarse a la actividad psíquica del individuo.
La relajación conciente permite equilibrar física y psíquicamente a la persona, llevando el ritmo psicobiológico a una armonía natural, permitiendo el descanso y regeneración de los músculos y tejidos, y la renovación del psiquismo.
Aspecto energético
Se puede encontrar una notable interacción entre las contracturas musculares y los estados anímicos de tensión y estrés, siendo posible influir en ellos tanto desde el cuerpo mismo como desde el trabajo de elaboración psíquica.
Las asanas permiten ir tomando progresiva conciencia de distintas partes del cuerpo, posibilitando así la
relajación conciente de dichas partes. A su vez el estiramiento y elongación de los músculos producen la relajación de los mismos en la fase pasiva del trabajo.
Ahora bien, en las contracciones musculares, hay una movilización de la energía que produce la activación de dichos músculos. En las contracturas hay un continuo gasto de energía nerviosa, que cumple el propósito de descargar la tensión emocional que producen los estresores a los que se ve sometido el individuo.
La relajación conciente permite liberar esta energía de desgaste que en el caso de la contractura muscular es negativa para el organismo. A sí mismo se minimiza el consumo energético general, quedando esta energía libre en el sistema nervioso y a su disposición. Esto produce en primer término una liberación de los estados emocionales de tensión o estrés, quedando la energía nerviosa utilizable para otros propósitos como la sublimación o el trabajo interior.
Todas estas consideraciones permiten colegir que la relajación conciente es el medio por excelencia para profundizar en el conocimiento de los estados interiores y profundos del psiquismo.
sábado, 5 de diciembre de 2009
REFLEXIÓN
La libertad progresiva y el imperio sobre la propia mente están perfectamente dentro de las posibilidades de todo aquel que tenga la fe y la voluntad de emprender esta conquista. Las posibilidades del ser mental no son limitadas; puede ser el libre Testigo y el Amo en su propia casa.
El primer paso es tener una mente sosegada. El silencio es un paso ulterior, pero es necesario obtener previamente el sosiego. Y por mente sosegada entiendo una consciencia mental interior que ve los pensamientos acercarse a ella y moverse en torno, pero no se siente a sí misma pensando, ni se identifica con los pensamientos, ni los considera suyos.
Los pensamientos y los movimientos mentales pueden pasar a través de esta consciencia mental interior tal como los caminantes aparecen procedentes de cualquier parte y pasan a través de una campiña silenciosa; la mente sosegada los observa o ni siquiera se toma la molestia de observarlos, pero en ningún caso participa en la acción o pierde su tranquilidad.
El silencio es más que el sosiego. Puede obtenerse desterrando completamente los pensamientos de la mente interior, manteniéndolos mudos o completamente aparte. Pero se establece con mayor facilidad por un descenso procedente de lo alto; cuando sucede así, se percibe cómo desciende el silencio, cómo penetra y ocupa o rodea la consciencia personal, que tiende entonces a sumergirse en el vasto silencio impersonal.
Las palabras «paz, calma, sosiego, silencio», tienen cada una de ellas su propio matiz de significación, pero no es fácil definirlo exactamente.
Sosiego–Achanchalatá
Calma -Sthiratá
Paz -Shánti
Silencio -Nischala miraváta
El «sosiego» es un estado en el cual no hay inquietud ni perturbación.
La «calma» es un estado de sosiego inquebrantable que ningún bullicio ni inquietud pueden alterar; es un estado menos negativo que el sosiego.
La «paz» es un estado aún mas positivo que comporta un estable y armonioso sentido de liberación y de reposo.
El «silencio» es un estado en el cual no hay movimientos mentales o vitales de ningún género, o en el cual existe una profunda inmovilidad que ningún movimiento en la superficie puede penetrar o alterar.
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