Nosotros, como microcosmos que somos, reflejamos en nuestro cuerpo los cambios del ambiente, lo cual puede llevarnos a desbalances físicos y emocionales. Algunos de ellos se pueden manifestar en resfriados, gripe, letargo, dolor corporal, desánimo y hasta depresión. La manera de disfrutar del invierno sin que nos afecte negativamente es fluir con el ritmo de la naturaleza pero al mismo tiempo contrarrestar estas tendencias kapha y vata en nuestro cuerpo y en nuestra mente (en especial si éstos son nuestros doshas predominantes).
Uno de los principios del Ayurveda es que los elementos con cualidades específicas aumentan en nosotros estas mismas tendencias: “mientras más, más” . Así que lo que debemos hacer es compensar las características kapha con alimentos, hábitos y técnicas que generen lo opuesto pero teniendo cuidado de no activar la otra dosha relacionada con el invierno, vata.
Durante el invierno, en términos generales, debemos preferir lo que genere calor en nuestro cuerpo, energía, vitalidad, y aquello que aumente nuestras defensas.
Al mismo tiempo, de la misma manera que la naturaleza está recogida, los seres humanos podemos aprovechar esta oportunidad para tomarnos todo con más calma, meditar y renovarnos.
Posturas de yoga:
Posturas de yoga:
Cuando llega el invierno estamos mucho más susceptibles a los desbalances por el exceso de mucosidad en nuestro cuerpo que puede generar kapha. Por ello algunas de las consecuencias físicas son la gripa, los resfriados y un metabolismo más lento. El yoga juega un importante papel al contrarrestar esto, con posturas que abren nuestro pecho, despejan nuestro sistema respiratorio, estimulan los riñones, aumentan nuestro fuego digestivo y nuestras defensas, así como nuestros niveles de prana y alegría interior.
Los saludos al sol son especialmente benéficos en estos momentos. Las posturas ideales de nivel básico para el invierno son el puente, el barco y la cobra, y otras muy pertinentes de nivel intermedio son la parada de hombros, el camello, el pez y el barco. Esta es la época del año donde más ejercicio vigoroso y disciplina necesitamos.Alimentación:
La alimentación es medicina para la tradición ayurvédica. Por eso, en momentos de cambios ambientales el Ayurveda sugiere que hagamos una modificación en nuestra dieta como una medicina preventiva y una manera de contrarrestar desbalances. Los alimentos que debemos preferir durante el invierno son calientes y saludables. Es esencial que nos inclinemos por alimentos que mantengan alto nuestro sistema de defensas y evitar aquellos que generen flema o congestión nasal. Se recomienda consumir vegetales cocinados, sopas, estofados, cereales (como arroz o avena caliente), y las llamadas "grasas buenas” (aguacate, nueces, aceite de oliva). Es importante beber té caliente: el té de jengibre es una excelente opción porque disminuye kapha. Incluye en tus comidas especias, que calientan el cuerpo y elevan el fuego digestivo, como jengibre, canela, pimienta negra, cardamomo o comino. Y sí: una copa de vino tinto al día es benéfica para la circulación y la digestión.
Cambio de hábitos:
Cambio de hábitos:
Si bien debemos aumentar nuestra actividad física, la llegada del invierno nos pide que desaceleremos un poco el ritmo: el Ayurveda recomienda comenzar el día después de las 7am y que descansemos de seis a ocho horas. Sin embargo, debemos evitar dormir demasiado o hacer siestas que nos puedan generar letargo en lugar de revitalizarnos. Para calentar el cuerpo y promover la circulación utilizamos aceite de ajonjolí todas las mañanas antes de la ducha. Es esencial cubrirse la cabeza y el cuello para evitar la pérdida de calor en el cuerpo y buscar la mayor exposición a la luz del sol posible. Del mismo modo, para promover la energía y el fuego interior necesitamos colores cálidos e intensos, así que en lugar de los colores lúgubres que acompañan las vestimentas del invierno debemos inclinarnos por los naranjas, rojos y amarillos. Durante el invierno el Ayurveda resalta la importancia de la compañía afectiva o la presencia, así sea en la distancia, de las personas que queremos.
Meditación y pensamiento positivo:
Meditación y pensamiento positivo:
La meditación es la mejor técnica para entrenar nuestra mente, que es la que rige la manera como pensamos y lo que sentimos. Diez minutos de relajación al día nos puede alejar de las emociones negativas tan frecuentes en esta época, como la tristeza o el desánimo, y puede conectarnos con aquella parte de nosotros eternamente plena y que siempre está sintonizada con la vida. Meditar nos ayuda a abrir el corazón y a llevar un sol radiante en nuestro pecho. Además, al meditar podemos proponernos mantener una intención específica durante todo el día: por ejemplo, pensar y hablar bonito o transmitir calidez a todas las personas que nos encontremos con una sonrisa o un comentario positivo. Porque el invierno es también un momento meditativo y de contacto con nuestra vida interior. Para fluir con las cualidades de kapha, que son aquellos de los elementos tierra y agua, podemos recordar agradecer el presente, sonreír más, dar más a los demás y aumentar los cuidados de nuestro cuerpo y nuestra mente.